Los niños son el recuerdo de la inocencia que vive en nuestro interior y hace tiempo que no ve la luz. Ellos nos devuelven la fe en todas aquellas cosas que dejamos de perseguir cuando decidimos rendirnos, nos llenan de energía para correr detrás de la felicidad. La mirada y la sonrisa de Elena, te obligan a quererla, cuidarla y sobre todo aprender de ella, de su forma de ver el mundo. Fue un placer compartir con esta familia la celebración de su primer año de vida.

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